Día: 30 diciembre, 2015
Reflexiones sobre el silencio masónico
Por: Gustavo B. de la Res.·. Log.·. Simb.·. Manuel Oribe del Or:. de Montevideo (tomado de http://www.gadu.org)
El silencio del Aprendiz
La primera etapa del aprendizaje masónico está signada por el silencio como medio hábil de lograr una atmósfera de trabajo adecuada y una herramienta eficaz para el desarrollo intelectual y cultivo de la mente. Es una herramienta hábil como un inductor hacia la calma interna necesaria para contrarrestar la ansiedad y la prisa impuesta desde las tentaciones del mundo profano.
Los Hermanos Aprendices, dedicados a la talla y desbaste de la piedra bruta en silencio, somos símbolo vivo y operante de quien trabaja en la construcción de su propia perfección, de quien busca alcanzar los más altos principios intelectuales, morales y sociales que modelen nuestro carácter plenamente, puesto que esta actitud implica una buena cuota de fuerza de voluntad para contener nuestra necesidad natural de polemizar y expresar nuestros pareceres. El silencio nos dará la paciencia necesaria para la resolución de problemas, nos dará la posibilidad de elección de la palabra precisa cuando se nos habilite el uso del verbo, nos dará la posibilidad de brindar una respuesta adecuada, inteligente, fraterna, libre de egoísmos, de falacias y ofensas pero sí cargada de luz.